18Abril

El rugido de los leones

Escrito por M.ª José Domínguez

FASE 2 - GRUPO 2 - 9.ª JORNADA - 14/04/18
ALCORCON BASKET-63- RICOPIA FUNBAL ALCALA CBJA -66- 

Hoy madrugábamos mucho para jugar un partido muy importante para nosotros. Nos tocaba jugar el partido de vuelta contra Alcorcón en su ‘fortaleza’. El partido de ida nos había dejado un mal sabor de boca. Después de ir por delante en todos los tiempos,  perdíamos el partido en unos pocos minutos. Sabíamos que nos enfrentábamos a un gran rival, pero nuestros Leones iban dispuestos a rugir con todas sus fuerzas en la pista.

Empezaba el primer tiempo. El juego comenzaba con el balón en nuestras manos, pero perdíamos nuestra primera buena oportunidad de estrenar el marcador. Alcorcón cogía el balón y en pocos segundos ya había conseguido meter dos canastas seguidas. Aunque respondíamos con una canasta, enseguida unos tiros libres y otra canasta  del Alcorcón parecía que empezaba a separarnos más de lo que nos gustaba. Es posible que en otro momento esto nos hubiera hecho venirnos abajo, pero nuestros chicos habían aprendido y continuaron jugando cada vez con más concentración, consiguiendo cambiar la racha hasta ponerse por delante en el marcador con la diferencia suficiente como para que un triple en el último momento del Alcorcón no consiguiera dejarnos por debajo en el marcador.

El partido prometía ser muy interesante porque se notaba que los dos equipos estaban dispuestos a darlo todo por ganar. El segundo tiempo estaba siendo muy igualado, tanto, que terminaba con un empate en el marcador y un número importante de faltas por parte de los dos equipos. Mientras la grada se estaba quedando afónica por animar a sus equipos, comenzaba el tercer tiempo, que se iba a hacer interminable por las constantes paradas del cronómetro debidas a las numerosas faltas que el árbitro estaba pitando a nuestros Leones, que sumadas a las del Alcorcón y a las numerosas caídas de sus jugadores estaban haciendo un tercer tiempo que parecía  no terminar nunca.

Por fin, oíamos el pitido del final del tiempo y todos aplaudíamos a nuestros Leones porque nos íbamos al descanso con 4 puntos por delante en el marcador. No nos queríamos hacer ilusiones, ya que esto ya lo habíamos vivido anteriormente, pero ¿no dicen que cuando el León ruje en la selva la selva calla? Volvíamos del descanso y parecía que no habíamos  perdido la concentración.

Comenzábamos encestando y hasta conseguíamos en algún momento estar  diez puntos por delante de nuestros rivales.  Nuestros chicos se estaban llenando de faltas y a mitad de este tiempo teníamos que  cambiar a uno de nuestros jugadores por llegar a las 5 faltas. Aunque nuestro León se iba al banquillo con lágrimas en los ojos, había luchado y se sentaba con los aplausos de toda la grada. El juego continuaba y como en el resto de tiempos seguíamos viendo un partido con mucha intensidad y con unos Leones que estaban dando todo en la pista ante un rival que no se lo estaba poniendo nada fácil. Serafín había conseguido hacer unos equipos muy equilibrados que estaban funcionando bien contra el Alcorcón, aunque parecía que en el quinto tiempo los chicos se habían desconcentrado y estaban dejando al Alcorcón acortar tanto las distancias que conseguían que termináramos el quinto tiempo con dos puntos por debajo en el marcador. Ya sólo quedaba el último tiempo.

Aquí nos  jugábamos todo. Cualquier cosa podía ocurrir, pero fuera lo que fuera, estábamos orgullosos de nuestros Leones que se estaban dejando la piel. Una canasta del Alcorcón, dos nuestras, un triple del Alcorcón, dos canastas nuestras, otra del Alcorcón, una expulsión de nuestros Leones por llegar a su quinta falta, otro punto nuestro y llegábamos a los cinco últimos segundos del partido con un único punto por delante en el marcador y el balón en las manos de nuestro rival. Serafín pidió tiempo muerto, eran los cinco últimos segundos en los que nos jugábamos todo. Sólo había que conseguir no dejar acercarse al Alcorcón a su canasta. El Alcorcón hizo su saque y uno de nuestros Leones conseguía bloquear el saque y hacerse con el balón. 

La grada ya estaba de pie y gritando. Un pase largo, a un León estrategicámente colocado,  convertía en el último segundo el tiro en la última canasta del partido. Saltos, abrazos, lágrimas y mucha, mucha felicidad en todo el equipo. ¡¡Los Leones habían rugido y la selva callaba!!  

Posted in Benjamin 2.º año masculino ( 2008 )