¡Imposible conocerles y no quererles!

Doble jornada este fin de semana para comenzar la segunda fase de la temporada, puesto que el fin de semana anterior se aplazó nuestro partido contra Arroyomolinos. Afrontábamos el Domingo tras un partido inicial el sábado en el que visitamos a nuestro conocido rival de Rivas, con el que esperábamos un choque duro y sin concesiones y del que no salimos bien parados desgraciadamente. 

Nos trajimos una derrota merecida y que requería a poder ser una inmediata reacción como equipo. No parecía a priori, sin embargo, que la visita dominical al campo fuenlabreño fuera lugar propicio para restañar nuestras heridas, pero por supuesto que con ese afán se aprestaron los chicos a la tarea.

Nada más comenzar los que vimos el despliegue inicial de los Espartanos nos hizo concebir esperanzas de que podríamos dar mucha guerra pues los chicos salieron muy enchufados y aplicados a la faena, olvidándose muy pronto de las malas sensaciones con que acabaron el sábado. Buena actividad defensiva y acertada circulación de balón donde encontrábamos casi siempre solución frenó de primeras el indudable buen hacer de los chicos de Fuenlabrada, un equipo muy trabajado y con elementos de gran calidad en sus filas. Acabó el primer sexto con ligera ventaja espartana, pero con la clara impresión de que ese buen hacer habría de mantenerse de una manera constante a lo largo de los restantes periodos porque el rival no iba a bajar el pistón.

El segundo sexto no sólo refrendó nuestro buen inicio, sino que lo llevó a un escalón superior, los espartanos fueron ahora marcadamente superiores a la tropa fuenlabreña, que acusó el golpe incluso teniendo que rehacer filas tras un tiempo muerto que a pesar de ello no consiguió frenar el ciclón morado. Fin del segundo periodo con una merecida ventaja de 10 puntos. En el periodo previo al descanso sin embargo los chicos tuvieron que apretar los dientes para frenar la reacción de los locales, que cómo esperábamos no se resignaron a su suerte y quisieron recuperar el terreno perdido en los dos tiempos anteriores, cosa que parcialmente consiguieron, pero sin consumar la remontada, dejando al final del tercero la pelea en el aire, pero con dominio espartano en el marcador, 3 arriba.

De momento la tropa del Juande Rojo no sólo había conseguido entrar y competir en el partido, sino que marcaba el paso y eso ya era de por sí bastante logro considerando el partido anterior y el rival, la duda era entonces ver si llevábamos nuestro buen hacer hasta el último término, hasta el final, siendo persistentes en el esfuerzo y buen juego. La respuesta no se hizo esperar: estos espartanos estaban más que dispuestos a ello y en el cuarto sexto tiraron por la misma senda que en el segundo y con esfuerzo, buen despliegue defensivo y acertadas decisiones en el ataque consiguieron ampliar la renta hasta los 11 puntos al final de ese tramo.

El Domingo este equipazo no sólo recuperó la autoestima y el buen juego, sino el espíritu de resistencia y la capacidad de sufrimiento, puesto que sin duda el quinto sexto tuvo que desarrollarse en esos parámetros. Fuenlabrada, espoleado por su afición y desarrollando un juego excelente, jugó el que fue sin duda su mejor período donde sacaron todas sus mejores armas a relucir: gran defensa, salida fulgurante al contraataque y gran tiro exterior, y con embates durísimos contrarrestaron nuestra renta, pero sólo de tal manera que el partido quedó en empate técnico pues aguantamos como pudimos incluso en los malos momentos (1 abajo final del quinto)

El sexto fue la consagración de que estábamos de vuelta. Los dos equipos, dispuestos a dar lo mejor de sí mismos en el período decisivo, tuvieron un dominio alterno de la situación, pasando a modo 'balancín' en el marcador: 1 arriba, 1 abajo, 1 arriba.... Pero seguían los chavales firmes en el esfuerzo, sin desfallecer, buscando la recompensa del partidazo realizado cual sería llevarse la victoria.... y finalmente ésta cayó del lado espartano! En un lance extraordinario en el que, en un ataque, tras canasta, conseguimos robo inmediato y convertir un tiro de tres puntos, los chicos crearon el margen necesario para adquirir toda la confianza en sus posibilidades y al final amarraron un merecido triunfo, que constituye sin duda un subidón necesario de autoestima.

El Domingo estos chicos se ganaron una vez más el derecho a que los demás han de creer siempre en ellos, en que no hay que dudar de que son capaces de dar lo mejor, puesto que tras una situación adversa supieron levantarse de sus cenizas y alzarse alto, muy alto, cual Ave Fénix, para, capitaneados por Raúl y Carlos, decir bien alto a todos que este equipo no se rinde y que seguirá trabajando siempre para seguir mejorando y deparándonos grandes jornadas de baloncesto en lo sucesivo.

¡Grandes estos Espartanos! ¡Imposible conocerles y no quererles!

ESPARTAAAAAAANOOOOOOOSSSS!!! CUAÁL ES VUESTRO OFICIOOOOOOO???

AU, AU, AUUUUUUUUUUUUU